NO A LA GUERRA DE IRAK, NO A LA OTAN.
Un 15 de febrero, hace unos años, salíamos a manifestarnos en contra de la guerra de IRAK. Ese desastre que aun hoy perdura, esa ignominia humana, ese asesinato masivo espoleado por políticos de la guerra contra niños y mujeres, contra la población civil irakí. A pesar de lo dramático y trágico de la convocatoria fue una manifestación de esperanza, por vez primera a nivel mundial millones de personas se manifestaban a favor de la Paz, vivíamos una jornada en la que se reivindicaba que el interés del ser humano debe ser el principal interés y que debemos dejar a un lado para siempre los intereses ocultos de la cultura de la guerra. Decíamos que tras esa nueva guerra había intereses energéticos y políticos, que sus justificaciónes eran patrañas, y tuvimos razón.
Para quien día a día trabaja en una organización social en post de una cultura de paz suena a rancio, trasnochado e interesado militarismo esto de la OTAN. ¿Que mensaje contradictorio estamos dando a nuestra sociedad?. Por un lado la educación en España vive un momento de crisis, momento en el que la violencia se hace presente en las aulas y la repercusión social de los casos nos supera a la hora de componer una respuesta. Planteamos a todos los sectores implicados que debemos aprender a resolver los conflictos de manera no violenta, que debemos trabajar por una cultura de la Paz, para cuando ya sabemos por donde caminar, si no quieres sopa, aquí tienes dos tazas, la OTAN nos viene de nuevo, a hablar con el mismo discurso de siempre, en su formulación presente el interés de la industria armamentística, la solución mortífera y destructiva.
La cultura de Paz no pretende la ausencia de todos esos conflictos de orden económico , social o político que existen en el mundo, y que han dado lugar a tantas guerras, como la que seguimos día a día desde IRAK, la cultura de Paz pretende que nos adentremos en sus verdaderas causas, las causas de fondo que explican esos conflictos y la puesta en marcha a nivel mundial de estrategias para su gestión no violenta.
Hay que decir también que dentro de esos conflictos no solo están las guerras que llenan páginas de periódicos, no podemos olvidar las guerras cotidianas, las consecuencias del empobrecimiento de muchos países (el hambre, no acceder a la educación, la salud, etc.) y las guerras que no salen en los medios de comunicación, las que no son famosas pero cuyas consecuencias equivalen al lanzamiento de varias bombas atómicas al cabo del año.
Todo esto nos esta pasando, por una parte, por que la seguridad mundial se basa en la loca y desquiciada sinrazón de la administración estadounidense y por otra por que los otros gobiernos no ponen en marcha políticas decididas para construir nuevos modelos de seguridad a escala mundial. No podemos seguir por más tiempo el modelo de seguridad norteamericano, basado en la dominación. La Unión Europea, que pretende ser el paradigma mundial por el bienestar, en algún momento tendrá que renegar de ese modelo de pensamiento único, de ese estas conmigo o contra mi, para exigir con fuerza un modelo de seguridad democrático a escala universal. Por eso decimos OTAN NO por que la OTAN representa el mismo modelo norteamericano, un modelo de guerra, armamentístico y de bloques y no un modelo de Paz, no violento y universal.
Ese nuevo modelo debe generar nuevos proyectos a escala mundial de gestión de los conflictos sin violencia. Hay que apostar por la prevención, para que los conflictos no degeneren en desastres, y sobre todo hay que trabajar por una seguridad de lo seres humanos en su conjunto y no una seguridad de las naciones como predica la administración norteamericana. O perseguimos ese enfoque o estamos abocados al desastre. O cambiamos el punto de vista o desgraciadamente tendremos que asistir a muchas más guerras donde siempre mueren inocentes.
Por eso debemos seguir del lado de las personas en nuestro trabajo, día a día , al lado del Foro Social Mundial, de la educación para la Paz y el Desarrollo, de la Solidaridad Internacional, por que ese cambio de las reglas del juego es fundamental para construir otro mundo posible. Ya nos hemos dados cuenta de que la industria de la guerra no soluciona los conflictos, sino que los agrava, donde propaguemos odio y violencia, tendremos odio y violencia.
Como bien dice Adolfo Pérez Esquivel , Premio Nobel de la Paz: “Lo que hoy sembramos es lo que recogemos, no hay otro camino”.
Rafael Cantero Medina.
Presidente del BATÁ – Centro de Iniciativas para la Cooperación
lunes, febrero 05, 2007
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