miércoles, septiembre 17, 2008

El IV Foro Democracia y Cooperación

Continua la mirada hacía la situación mundial y empieza el camino de las propuestas.

Los ponentes de la mesa que inaugura la tarde del 16 bajo el título de “Cuestiones pendientes sobre El Desarrollo en/ de África” son Kiama Kiara, Mahamadou Cissokho, Odor Ongwen, Aboubacry Mbodj, Fany Makina, Mubanga Kasakula y Anne Maina. Representantes de movimientos campesinos, ongs, entidades de defensa de los Derechos Humanos,... etc, que han centrado gran parte de su trabajo en la crisis alimentaria que vive el continente africano, que continua extendiéndose hacia cifras aún más alarmantes de las que se dan en la actualidad.

Esta crisis alimentaria surge de la incorporación de los circuitos agrícolas campesinos a las leyes del mercado internacional, así como a elementos como el cambio climático y la progresiva sustitución de cultivos alimentaciones por plantaciones destinadas a la exportación de biocombustibles. Esto esta suponiendo la reestructuración de todo el aparato agrícola africano, que da trabajo a cerca del 70% de la población y cuya transformación esta dando lugar a importantes procesos de violencia. Frente a esto, las organizaciones africanas presentes en la mesa han planteado, no sólo las problemáticas, sino también los esfuerzos que están realizando por rescatar modelos de agricultura ecológica y de manejo participativo de los recursos naturales.

La tarde del día 16 se cerro con un intento de mirada transnacional a la cuestión de los Derechos Humanos que ha continuado en la mañana del 17. Una mirada que ha intentado responder varias preguntas relativas a la situación de los Derechos en las regiones de los diferentes ponentes, los avances más significativos y las propuestas que trasladar a los grupos de trabajo del Foro. De esta mesa se han desprendido varios ejes significativos.

Desde la perspectiva de los derechos de las mujeres, invisibilizadas en las primeras declaraciones procedentes de la revolución francesa, e incorporadas de una manera más clara a mediados de la década pasada en Viena, se plantea que elementos tales como las debilidades de Naciones Unidas o los marcos de regulación impuestos por la OMC y los TLC están suponiendo una reducción real de los derechos más allá de declaraciones simbólicas. Aún así se han dado avances, algunos a nivel nacional, como la legislación contra la violencia contra las mujeres en Brasil fruto de la presión de los movimientos feministas. Movimientos que por un lado han avanzado en reconocimiento mutuo, en incorporar las diferencias, pero por otro ven como la dimensión de género ha sido incorporada por Estados o Agencias Internacionales sin incorporar sus elementos de transformación más significativos. Esto traslada a los movimientos feministas la necesidad de recuperarse como movimientos sociales y políticos, tratando de establecer vías de “traducción” que permitan trasladar aprendizajes entre movimientos feministas de diferentes partes del mundo, así como de estos con otro tipo de movimientos sociales.

La ausencia de derechos civiles y políticos y la criminalización de la protesta frente al gobierno en Filipinas ha aparecido también en la mesa con datos de ejecuciones extraoficiales y miles de desaparecidos bajo el gobierno actual; una situación que ha llevado a la representante filipina a solicitar la solidaridad internacional con los movimientos de defensa de los derechos en su país. Las paradojas de los procesos de democratización, que están convirtiéndose en nuevas dictaduras de partido único, sin ausencia de separación de poderes y con centralidad del ejecutivo, unido, de nuevo, a la violenta represión de la oposición política centro parte del discurso sobre África. Junto con la necesidad de reforzar la integralidad en la defensa de los Derechos Humanos incorporando a los derechos civiles y políticos los derechos económicos, sociales y culturales. Las entidades presentes hacían especial referencia a la necesidad de reforzar los derechos en materia educativa y de soberanía alimentaria.

Desde una perspectiva de presencia política, se ha criticado el escaso protagonismo de las organizaciones del Sur en los organismos internacionales de Derechos Humanos, copados por organizaciones del Norte. Si bien es cierto que ante la crisis de legitimidad que han experimentado estas instancias, especialmente Naciones Unidas, y el reconocimiento que han tenido las organizaciones del Sur, comenzando por su papel en la democratización de determinadas regiones tras procesos de dictadura militar, se empieza a incrementar esa presencia o la influencia de las mismas. La reciente renovación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es un ejemplo de estas cuestiones, con todas las limitaciones que aún tiene. Debido a estas limitaciones la propuesta ha tenido que ver con mantener la presión y la coordinación desde la sociedad civil para presionar por la democratización de las instancias de Naciones Unidas y la presión a los Estados miembros del Consejo desde la coordinación Sur- Sur con apoyos de entidades europeas.

La mayor parte de las propuestas de coordinación o de solidaridad transnacional serán discutidas esta tarde, en la que las entidades presentes en el foro actuaran en coherencia con una de las declaraciones de la mesa, que señalaba que gran parte de la consecución de los objetivos que se han planteado en estos días, es responsabilidad de las organizaciones.

Alfredo Ramos
Claudia Pitche

No hay comentarios: